La Pepa vivía con su madre en una casa típica del barrio de Gracia con un huerto que compartían con el vecino. Aquí fue donde alimentó su gran pasión: los tomates. Cultivaba variedades de todos tipos en función de la temporada en la que se encontraba: corazón de buey, manzanita, pera ...
Enamorada de sus virtudes, les dedicó la vida , en el huerto y en la cocina, elaborando sofritos, conservas y confituras. De ahí su apodo: Pepa Tomate